martes, 28 de marzo de 2017

La Tendencia Esotérica de los Nuevos Tiempos


La Tendencia Esotérica de los Nuevos Tiempos
Cuando hablamos de los poderosos, el hombre poderoso es el que maneja el poder económico o un poder político o religioso, y es que el hombre corriente maneja poder también, y cuanto más aferrado está a su pequeña pobreza es poderoso.
Estaría bien si dejáramos de ser poderosos, porque claro el poder se tiene siempre, está adentro y está afuera, está en todo lugar, por lo tanto, cuando decimos poderoso es una forma de decir y siempre hay relación, o igual que cuando se dice que Cristo ha dicho, ha sido escrito en los evangelios que “es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que entre un rico en el Reino de los Cielos”, y la gente habla de los ricos, pero, ¿a qué riqueza es a la que se refería Cristo?, ¿de dinero?, ¿la riqueza de conocimientos?, ¿la riqueza de deseos?, ¿la riqueza de bienes o de cualquier cosa?

Se es rico de deseos también, y el que tiene mucho dinero y quiere otra cosa es rico también, no rico únicamente, precisamente, pero el mucho dinero trae este poder.
Y para mi toda forma de poder es negativa, porque el hombre ha nacido desnudo y desnudo tiene que vivir siempre, pero el proceso de la vida hace que se esté acomodando constantemente sobre esta desnudez con toda suerte de poderes o facultades o de conocimientos o de riquezas, y la vida acaba cuando se llega a cierta comprensión y se da cuenta de que tiene que dejarlo todo, es la prueba más terrible para el esoterista, cuando se da cuenta que todo tiene que dejarlo, y cuando empieza a dejar empieza a ser esoterista, o a ser discípulo ¿verdad? Pero si eres discípulo, en un sentido de vida latente, no se va a confundir el término discípulo con el término discípulo que le asigna la religión organizada.
Toda persona es discípulo, toda persona es discípulo de alguna entidad mayor, como lo puede ser el Maestro de una entidad mayor. Ahí está la jerarquía, la función de la vida de las personas que tienen un poder encima de los demás y se reconoce este poder, está en la esencia de las cosas, el poder que maneja un hombre inteligente, un hombre activo, un hombre amoroso, un hombre magnífico, un poder que se manifiesta.
Ahora bien, lo que interesa es que hay dos cosas, y esto hay que remarcarlo, por un lado el poder y por otro la responsabilidad, y ajustar este poder no a sus necesidades sino a las necesidades mundiales. Por eso el que maneja más fuerza es el discípulo porque está de acuerdo con las necesidades de los demás y no con las suyas propias, así que éste maneja el poder con responsabilidad.
Por lo tanto, cuanto más maneja poder y es responsable más poder tiene, y luego vienen los prodigios que puede dar un hombre que no se preocupa mucho de sí mismo, sin darse cuenta tiene poderes, el poder de la persuasión, el poder magnético de la atención, el poder de vivir más allá de la realidad pasajera, más allá de todo cuanto el hombre ha fabricado con su mente artificiosa, y claro es muy duro decirle a cualquier persona se le diga que tiene que dejarlo todo, incluso tu pensamiento, tu mente, tus deseos, todo, todo, porque esto parece que es una aniquilación. La persona en cuanto no tiene nada se queda aniquilada y es cuando empieza a ser.

Es decir, que la tendencia esotérica de los nuevos tiempos es que la persona se dé cuenta de que todo lo construido en su mente, esa arquitectura formidable de conocimiento de todas las cosas que ha ido acumulando a través del tiempo tiene que dejarlo y, sin embargo, estar tranquilo, estar sereno.
Ahí está el proceso, si se llega a este punto se da cuenta de que tiene ante sí la opción de tener plenitud, una plenitud que no está al alcance del entendimiento normal ni de la comprensión de las personas corrientes, es algo más que estár por encima de nosotros y por encima de los propios conocimientos esotéricos, porque hay que darse cuenta que el conocimiento esotérico ata también si se hace mal, y no hay que confundir la persona esotérica con una persona que tiene muchos conocimientos esotéricos, sino que ha trascendido el conocimiento esotérico y está más allá del conocimiento esotérico y exotérico, porque su mente ya no es un depósito de valores sino que es un vacío constante.
Es decir, si puede comprenderse la idea de siempre hay que remarcar esto, es una técnica completamente distinta de la técnica de hace cuarenta años, o cincuenta o sesenta, han cambiado tan fundamentalmente las cosas que la mente tiene que cambiar de acuerdo con los valores establecidos, los valores que van viniendo, lo nuevos, los viejos van siendo dejados de lado, porque la gente está ansiosa de una cosa nueva, y no sabe qué es esto nuevo que se está acercando.
Muchos dicen que es la presencia del Avatar que se está acercando a la Humanidad o el Cristo que retorna a nosotros, otros dicen que es la Jerarquía que va a instaurar su orden en el mundo físico y que va a tomar las riendas de los gobiernos, de las Iglesias organizadas, de la política mundial, la economía, la ciencia, las artes, la literatura, todo en manos de iniciados, y cuanto todo esté en manos de iniciados la cosa marchará mucho mejor porque no habrá equivocaciones, no habrá egoísmo, no habrá egolatría en el poder, habrá algo completamente nuevo que es lo que el mundo espera pero que no acaba de conseguir, no acaba de alcanzar.
Y esto que aparentemente es muy fácil de realizar es muy difícil, porque lo más difícil para una persona es el criticarse, aunque parezca un contrasentido; desde el momento en que la persona empieza el proceso de simplificación la vida tiende a cambiar fundamentalmente, todo tiene que cambiar, y es que una vida sintetiza muchas crisis y hay que advertir al discípulo o a la persona de buena intención y de buena voluntad que no se llega a la silenciación de sus actitudes mentales y emocionales si no existe ya de hecho un gran poder y una gran crisis manifestada, y no hay ningún esotérico que no deba pasar por grandes crisis, y cuando llegas a la cumbre iniciática tienes que dejarlo todo en estas crisis, pero las crisis vienen a ser como la fiebre dentro del cuerpo, te advierte de la enfermedad que está en tu cuerpo causal, no en el cuerpo físico, en el cuerpo etérico.
Es decir, que existen una serie de razones, si las queremos comprender, si las queremos interpretar, que nos dan el mensaje de la Nueva Era, un mensaje de simplificación, un mensaje de buena voluntad, un mensaje de amor, y cuando hablo de amor le doy un significado muy extenso, muy profundo, no el habitual del común, es un compromiso kármico en todo, de una persona con otra persona o el compromiso kármico entre un grupo de personas establecido o dentro de cualquier comunidad de tipo religioso o de tipo político o económico. Hay personas que no quieren estar solas, han fracasado en este intento de soledad y, sin embargo, la soledad es lo que ha de provocar la crisis iniciática, y en tanto estemos rechazando la crisis el problema de la complejidad, de los complejos psicológicos, estará presente y no habrá liberación alguna. ¿Tenéis alguna idea sobre esto o lo veis claro?
Interlocutora: Yo pienso también que una de las cosas quizás que también puede producirse es que de la mente se quitan muchas cosas pequeñas porque no tienen importancia y se quedan menos pero más importantes, o sea, eso es de alguna forma quitar la paja, guardar la esencia de las cosas ¿no?
Vicente: Sí, pero es que la mente en todo su proceso mental es de asociación, no podemos decir que exista una cosa pequeña y otra cosa grande, están enlazadas, es decir, la persona que sea capaz de extirpar completamente una cosa pequeña automáticamente puede simplificar una cosa grande porque está enlazada una cosa con la otra. Es decir, siendo psicólogos, o tratando el asunto psicológicamente, una persona que sea capaz de romper la cadena de asociaciones mentales y quede vacía completamente es la que tiene un poder mayor, al menos desde el punto de vista de un Maestro de la Jerarquía, y no porque el discípulo que llegue a este punto llegue a un estado de tal simplificación que cualquier cosa de la mente le pueda dominar, muy al contrario, porque cuando la mente del hombre se disuelve empieza a pensar con la mente de Dios, entonces ya no es un vacío la mente, no es la aniquilación sino que es la incorporación de algo substancial mayor, es la propia Divinidad.
Claro, ahí está el proceso, el desarrollo de este proceso, que técnicamente se llama el sendero, es común a todos.
No podemos decir que se separa una cosa de la otra, todo está dentro de ese proceso, el hecho de estar aquí forma parte de ese proceso. Diréis es el karma, pero ¿el karma qué es?
Es asociación mental también. Si queréis destruir el karma, destruid la asociación mental. Y mi pregunta es: ¿es que se puede pensar sin asociación? Sí, porque existe un pensar más allá de la mente, un pensar sin crítica, sin análisis, sin discernimiento humano, se llega a este punto a través del discernimiento, pero yo hablo de una etapa en la cual el discernimiento ya no sirve para gran cosa, porque como decíamos el sábado pasado el discernimiento se puede equivocar, la intuición jamás.

Es decir, que pensamos con la mente y en la Nueva Era hay que pensar con el corazón y, paradójicamente, hay que sentir con la mente. Es un proceso que hay que tratar de verlo con claridad, porque si vemos el asunto claro el problema del conocimiento esotérico dejará de ser un problema, no será un problema de asimilación, no será un problema de acumulación de valores sino que será un problema de simplificación constante, y en esa simplificación existe paz, existe un éxtasis, una realidad constante, y cuanto surja de esta mente es real, es verdad, tiene un poder, y este poder no es el poder del hombre, es el poder de la propia Divinidad, que puede dar su remanso en cualquier ser humano, en cualquier mente se puede depositar el valor de lo eterno y el amor de Dios en cualquier corazón solitario, y por eso digo que cuando empecemos a buscar compromisos a través de las cosas que pasan, a través de la tradición, o a través de la familia, fijaos bien.
El compromiso de la Navidad no es nada esotérico, se ha perdido el éxtasis de la Navidad, ahora es un compromiso de familia, un compromiso económico, un compromiso quizás religioso o quizás un compromiso político, pero ha perdido la frescura del propio Cristo, del nacimiento de Cristo, lo que significa el nacimiento de Cristo en la cueva de Belén, que es el nacimiento del Cristo dentro del corazón humano, y esto se ha perdido. Ahora todavía estamos acumulando valores, y sobre la tradición acumulamos otros valores que no tienen nada que ver con las tendencias de las cosas nuevas que van viniendo actualmente. Es algo sobre lo cual no es que tenga que meditarse profundamente sino tratar de verlo claro. Se ve claro cuando una persona observa con atención aquella cosa.
Una cosa observada con atención desarrolla un secreto y la mente absorbe el secreto, y cada secreto que penetra en la mente se lleva una idea, porque el secreto es síntesis y el pensamiento es humano.

No sé, es un poco profundo, es un poco difícil de comprender, pero si os dais cuenta que cuando estáis en silencio, cuando hay recogimiento, cuando hay paz, entonces se comprende claro, porque no traficamos con la intencionalidad de las ideas sino que la idea desaparece absorbida por la vorágine de…, entonces se ve claro que se puede vivir sin pensar, sin acumular energía en el cerebro, y el cerebro que hasta aquí ha sido un condensador de tantos conocimientos y el artífice de tantas desgracias, porque el cerebro siempre se ha equivocado, el cerebro está lanzado por la mente, la mente está llena de cosas, el cerebro está lleno de células que no funcionan al ritmo trepidante que exige la Nueva Era, que exigen los nuevos tiempos...
Conferencia: Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, 24 de diciembre de 1981
ttp://www.sabiduriarcana.org/conferencias-vicente
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