Al umbral de hoy día 19 del 1 de 2017, el 1-1-1
canalizando con el maestro Hilarion. Elsa Farrus
canalizando con el maestro Hilarion. Elsa Farrus
La hélice de nuestro ADN, no es casual, ella es el impulsor de los giros de ADN electromagnético.
Estos cambios de energía que estamos viviendo, como la pasada luna del día 12 de enero y el portal de mañana o simetría 111, necesitan grandes dosis de energía fluctuando por nuestro cuerpo
En ocasiones nos permite integrar la energía entrante tanto universal de luz, como la vibrante de Gaia. Por otro lado una vez integrada, gira en nuestro interior elaborando una especie de respuesta o realmente la nueva constitución del nuestro campo electromagnético, que vibrante sale al exterior y configura nuestra realidad.
Todas estas frecuencias de lux, son constantemente modificadas en función de nuestra esencia, y nuestro Akasha y el ADN de la alimentación sueño relaciones y emociones.
Es decirlas hélices de luz de nuestro ADN son un receptor y emisor a la vez en la construcción del yo físico en unión al yo universal.
Es lo que el kibalyon describe como es dentro es fuera, como es fuera es dentro
Ambos están en continua sintonización, es por ellos que el portal de mañana desde el pasado diciembre desde el 2016, es una especie de bucle de situaciones sentimentales, que no terminan de coger forma
Si no las asumimos:
Es decir no vemos lo muevo porque no encajamos el origen del espiral, el YO FÍSICO
Si el yo físico no está consolidado nada es real, si no aceptamos ser humanos nada es real, si no cerramos el compromiso karmico nada es real, son matrix paralelas que nos permitieron huir del compromiso con el ser y que ahora van a desintegrarse en este portal.
El ADN de todo nuestro cuerpo es la caja de resonancia de la vibración, y se halla en todos los tejidos físicos, si no hemos resuelto el miedo a estar encarnado y la familia física que elegimos, para realizar trabajos de alma , con mi ser a partir de mi relación con ellos, entonces las frecuencias de luz, ampliaran esa resonancia, para que sea atendida, y consolidada, pues todo mi ser contiene su genética, en más de la mitad de nuestro cuerpo.
Es por eso que les elegimos para trabajar justo esas vibraciones, o como experiencia, o como cierre de otros tiempos. Y ahora en este periodo intenso de ascensión individual, las fracturas de no reconocimiento o de dolor, son brachas de energía que nos debilitan a la hora de manifestarnos y de concretar nuestras creaciones de realidad.
No se trata de ningún karma, sino de la apertura de conocimiento sobre las energías físicas de la manifestación. Por ello elegimos este planeta dual, para alcanzar la maestría del equilibrio interior, y la reunificación, con nuestro ser interno, desde el silencio y la aceptación, para escuchar la fuente de energía inmensa que viene desde dentro, que es parte de nuestro yo y de la familia física, porque en ella estamos nosotros y ellos son nosotros, solo que se manifiestan parcialmente, jugando un papel de resonancia, con lo que emitimos en la conciencia interior.
No podemos desplegar el Mer Ka Ba, en multidimensional, si no resolvemos abrir el eje de la conciencia diamantina, es decir el prana, el arraigo, la aceptación del plan de vida, es la llave de su liberación, aun cuando no lo terminemos de desarrollar, por las energías de ascensión que nos abren la posibilidad de cancelarlo, pero si en nosotros reside el enojo, por la experiencia vivida, entonces, seguiremos recreándola, hasta que la comprendamos.
Por ello las hélices de adn, se giran de nuevo, hacia la visión y revisión del interior, para poder consolidarnos, en estas fechas.
La energía entrante, está haciendo, que tomemos conciencia, de la importancia de un hogar físico, tanto en nuestro cuerpo, como en el entorno de relaciones, como en el hogar cósmico, los sentimos los tres, y es real, es la fusión de nuestros tres yoes, en una mayor conciencia, en el instante presente físico, no solo en espacios de meditación o de iluminación, sino en lo diario.
Y a la vez, la vibración entrante, también está restaurando la comunicación de nuestro ADN, con toda la vida en el exterior, por ello nos sentimos más blanditos, más emocionales, más llorosos, porque estamos restaurando el sentir en unidad, con todos los seres vivos, y esa sanación nos emociona, pero también nos da conciencia de los miles de años de separación, está todo bien permítanse expresar todos estos ciclos de cambio interno, están ahí, en progreso, hacia un yo físico de luz, gracias amados Hilarión desde la frecuencia Esmeralda.
www.ascensiongaia.es......gracias a todos por compartir la canalización.
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