domingo, 12 de febrero de 2017

Ramtha Reflexión sobre la historia de la civilización humana.


La reflexión crítica de Ramtha sobre la historia de la civilización humana pretende mostrar la naturaleza transcendental y el origen de la persona humana. 
Él abarca directamente las preguntas: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Su tesis principal es que somos dioses inmortales en evolución con el propósito de conocernos a nosotros mismos. 
El drama humano de la evolución a partir del big-bang y anterior a los tiempos modernos es, según Ramtha, la historia de unos dioses creadores explorando y realizando su potencial máximo. La reflexión de Ramtha sobre la historia refleja la experiencia de su propia vida, la cual le condujo a su iluminación. 
El es el primero en decir que sus observaciones son su propia verdad y sabiduría personal. 
Continuamente, él hace conscientes a sus estudiantes de su línea específica de acercamiento, sin dejarla en la oscuridad o abierta a la especulación. Para poder percibir el impacto completo de su historia, es importante estudiar e identificar su definición y uso de los términos: Dios, los dioses, el yo, la persona humana, evolución, sabiduría y verdad.
La razón por la que su historia es tan valiosa es porque redefine la naturaleza de la persona humana de manera que enmarca e ilustra el misterio de la existencia humana. 

La validez de su Mensaje es directamente proporcional a la validez de sus alegaciones. Si él es verdaderamente un maestro inmortal que se iluminó hace 35.000 años, de acuerdo a nuestra manera de estructurar el tiempo, entonces podemos imaginar que él recuerda personalmente sucesos de los cuales nosotros sólo podríamos hacer vagas teorías a partir de las limitadas evidencias históricas y arqueológicas que tenemos disponibles hoy en día. Si él es verdaderamente un maestro ascendido que no está limitado por los confines del espacio y el tiempo, debe tener una extraordinaria fuente de información y conocimiento. Si nosotros pudiéramos vivir durante miles de años como seres pensantes, nuestra sabiduría obtenida a través de la simple observación y contemplación sería realmente maravillosa.

Es importante considerar estas observaciones antes de que descartemos la historia de Ramtha basándonos en que la maestría y la inmortalidad son meras fantasías. 

Debemos reconocer que cualquier posición que tomemos es, en última instancia, producto de nuestra propia opinión subjetiva, que intrínseca e inadvertidamente contiene una asunción y presuposición de quiénes somos. 
La objetividad es en gran medida mal interpretada en el mundo científico. El método científico mismo ha fallado por lo general en reconocer el inevitable papel del observador, o sujeto, que está realizando el estudio en cualquier experimento científico o análisis. La mayor objetividad que podemos alcanzar en cualquier estudio serio académico o científico es delinear y estar claramente conscientes de nuestra línea general de acercamiento y de nuestras presuposiciones, antes de proceder con nuestro análisis. 
Podemos discutir que los maestros inmortales y la iluminación son producto del mito y la imaginación creativa. 
Si nosotros apoyamos esta presuposición "porque no es nada más que eso", entonces debemos preguntarnos cómo puede esta hipótesis darle forma y color a nuestros conceptos de Dios, el yo, la moralidad, y el significado de la vida. 
Todo se reduce a la más fundamental de las cuestiones: 
La historia de Ramtha es válida porque explica de manera coherente y comprensible la naturaleza de la humanidad y toda trascendencia, ofreciendo una solución a muchas de las paradojas comunes, como el problema del bien y del mal, la vida y la muerte, la dicotomía cuerpo-mente, y la realidad de la voluntad libre en los humanos con relación a la trascendencia divina o a un ser superior. 
Ser consciente de la línea de acercamiento principal de Ramtha ayuda a identificar el hilo común que enlaza su historia y la hace fluir.
(1) N del T. La expresión inglesa free will, que generalmente se traduce al castellano como libre albedrío se traduce a lo largo de este libro como voluntad libre, pues la voluntad, en todas sus facetas, es un concepto ampliamente abordado en la filosofía de Ramtha.

VOSOTROS SOIS DIOSES CREADORES EN EVOLUCIÓN
La exposición de Ramtha acerca de la historia de la humanidad muestra cómo nosotros asumimos una participación activa en la creación del mundo y el universo. 

¿Cómo puede ser, si somos dioses, que no lo recordemos o lo sepamos? 
Él explica el significado de su declaración: «Vosotros sois dioses, conciencia y energía creando la naturaleza de la realidad ». También explica que toda la evolución de la historia de la humanidad puede ser vista como la lucha por encontrar mejores y más adecuadas respuestas que definan nuestra verdadera identidad.

Hay tres cuestiones básicas que constituyen la fuerza propulsora, los motores de la civilización humana y todas sus diversas formas de auto-expresión y auto-exploración. 

Estas preguntas son: quién, qué y por qué. 
A través de la historia, las distintas culturas del mundo han intentado contestar, de manera implícita, estas tres cuestiones fundamentales sobre nuestra existencia.

Los filósofos de la antigüedad, así como los pensadores religiosos, políticos famosos, científicos y antropólogos de hoy en día, aún están buscando nuevas maneras con las cuales contestar y explicar mejor la naturaleza de quién y qué somos. ¿Por qué estamos aquí? ¿De dónde venimos realmente? ¿Cuál es el propósito de la vida y de la existencia? ¿Quién creó el lío en el que estamos metidos actualmente? ¿Quién es responsable? ¿Por qué hay maldad en el mundo? ¿Existe realmente un ser o una fuerza esencialmente maligna? ¿Quién lo creó y por qué? ¿Cuál es el fin de la existencia humana independientemente de respirar, comer y dormir? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Hemos vivido antes? ¿Somos nuestra parte biológica y física, o somos más que eso? Si somos más que nuestra parte biológica, entonces ¿qué somos? ¿Qué es el amor? ¿Por qué es tan intoxicante y atractivo, cualquiera que sea nuestra definición de éste? ¿Por qué nos aferramos a nuestro aliento y a nuestra vida tan desesperadamente? ¿Por qué codiciamos nuestros más íntimos sueños tan celosamente?

Estas son sólo algunas de las muchas cuestiones que brotan de la triada básica que mencionamos arriba. Es importante encontrar una manera por la cual reducir las innumerables cuestiones de un problema a su raíz principal, sin caer en un reduccionismo simplista que cree más confusión que claridad. En todas estas preguntas encontramos implícitamente un sujeto, un objeto o acción, y una directriz o intención detrás de él. A menos que definamos primero, quién es el sujeto que está buscando el objeto "quién está haciendo qué, y por qué", nosotros no podremos acercarnos realmente a la respuesta a estas preguntas fundamentales que han dado forma y color al desarrollo de nuestra civilización humana hasta nuestros días.

Quizá no es posible encontrar el origen, la fuente, el principio de todo porque estamos buscando respuestas en el lugar equivocado. Quizá ser humano significa en parte no saber todas las respuestas en un principio, y tener que descubrirlas progresivamente. Quizá la vida y el universo no son finitos y concretos sino siempre continuos y convirtiéndose en algo nuevo todo el tiempo, como las series de Mandelbrot.

Quizá necesitemos estudiar el personaje en la historia, la persona humana, para obtener algún entendimiento sobre quién y qué somos realmente.

(2) Las series de Mandelbrot. Nombradas tras Benoit Mandelbrot, son una sucesión de fracciones bastante conocidas, una figura matemática infinitamente detallada que abarca números complejos, generados por la fórmula z2 + c, que están programados para resaltar a través de colores producidos por una computadora, y que presentan una similaridad en varias escalas. Aunque las series de Mandelbrot son similares entre ellas a escalas magnificadas, los detalles a pequeña escala no son idénticos al conjunto. De hecho, las series de Mandelbrot son infinitamente complejas. Pueden ser ampliadas en enormes cantidades y aún mantener sus detalles sin repetirse siquiera.
Es esta característica la que se asemeja a los conceptos de infinidad, eternidad y siempre jamás.

LAS PREGUNTAS MÁS ESENCIALES SIN RESOLVER

La humanidad, como colectivo, no está clara ni definitivamente de acuerdo con respecto a las respuestas a estas preguntas. 

Una de las mayores tragedias hasta el día de hoy es que aún discutimos por la supremacía e infalibilidad de nuestra visión personal por encima de la de todos los demás. 
La verdad es que aún no hemos resuelto esta tendencia. 
Si lo hubiéramos hecho, hoy en día no habría ni opresión ni hambre, ni injusticia o violencia, ni enfermedad ni muerte entre nuestras naciones, culturas, razas y sexos. 
Incluso los científicos temen hacer públicas sus investigaciones por miedo a ser excluidos de la comunidad científica. 
Los teólogos están temerosos de arriesgarse siquiera a pensar en nuevas direcciones que pudieran desafiar las tradiciones de su fe, por miedo a que vayan a juzgar que están en un error, y pierdan sus privilegios. Los políticos rehusan honrar los principios que los llevaron a un puesto de poder, por miedo a perder ese poder.

¿Por qué menospreciamos y negamos la verdad que hay en este diagnóstico de la raza humana hoy en día? Es la verdad, y la evidencia que apoya esto está fácilmente disponible para todo el mundo. Esta situación es más seria de lo que parece, pues lo que está pasando, aparentemente, es que la habilidad del individuo de formular preguntas y encontrar respuestas se está perdiendo en pro de mantener el estatus, en pro de quedarse en el mismo lugar en vez de continuar progresando y evolucionando. 

El mensaje de Ramtha quiere recordarnos lo que hemos olvidado como raza, como especie, como seres y como conciencia.

Si la única constante en un mundo de caos es el caos de la diversidad misma, entonces deberíamos tomar eso como la principal asunción en nuestro acercamiento. 

En otras palabras, si cada acercamiento que tomamos es implícitamente la conclusión de nuestras averiguaciones, entonces debemos sostener que cualquier cosa que el sujeto observa y estudia, colorea y define lo que él esté observando. 
Es el observador quien determina su medio ambiente a través de aquello en lo cual se enfoca y de cómo se enfoca en ello, y no al revés.

Ésta es una observación muy importante. 

La historia siempre se cuenta desde un punto de vista particular, apoyado por una intención o razón específica. 
Una niña cristiana aprenderá historia de un modo muy distinto a una niña musulmana o hindú. Igualmente, si cualquiera de estas niñas acabara yéndose más allá de los confines de su tradición familiar y fuera a la universidad, ella aún tendría que reconciliar y contrastar sus futuros estudios académicos con las creencias de su niñez. 
Estas creencias pueden probar ser un obstáculo o una ventaja que le ayude a extrapolar los viejos conceptos para dar paso a nuevos discernimientos en sus campos de estudio. 
Lo que determinará su nivel de talento es su habilidad de sintetizar sus viejos conceptos en paradigmas que le ayuden a investigar y plantearse viejas cuestiones con una nueva visión. Ser lo suficientemente audaces para evolucionar más allá de la aceptación común del estatus o las tradiciones familiares es primordial. Como diría Ramtha: «Estamos aquí para hacer conocido lo desconocido. Lo que queremos es aportar a lo que ya es conocido, no reciclarlo».
EL HÁBITO DE LA MANIPULACIÓN Y LA SUPERVIENCIA

El estudio que Ramtha hace de la historia enfatiza que los ganadores de una batalla cuentan la historia muy distintamente a los que la perdieron. 
Normalmente, aquellos que pierden no tienen una oportunidad de contarla en absoluto. Más que eso, aquellos que sostienen una posición de poder dentro de la comunidad, ya sea política o religiosa, recordarán la historia de una manera que sea beneficiosa para prolongar su puesto. 
Esto no se hace necesariamente con mala intención, pero simplemente implementa la ley de la supervivencia.

Es muy sencillo ver cómo la historia mundial de los últimos seis a siete mil años "especialmente la de los últimos dos mil" ha sido intensamente corregida y manipulada para amoldarse a un guión histórico que la gente quiera oír y que asegure la continuación de su modo de vida y su sistema de creencias. 

Es interesante que una y otra vez, al margen de la aparición de nuevas y desafiantes evidencias, la visión y las creencias tradicionales continúan siendo el juez y el criterio a seguir debido a su validez e interpretación.
Por ejemplo, a nadie le gusta oír que la raza humana se originó de la mezcla y la manipulación genética de una cultura extraterrestre avanzada, aunque haya una gran evidencia arqueológica de ello.
No hay ningún arqueólogo que quiera admitir que hace miles de años ya había gente experimentando con energía nuclear y tecnologías avanzadas con las cuales no podemos rivalizar hasta el día de hoy.
Ningún antropólogo tradicional quiere creer que el hombre de CroMagnon de hace 35.000 años era capaz del diálogo sofisticado, del pensamiento intelectual y mucho menos de la iluminación, ya que las cavidades craneales de ese periodo no parecen permitir la articulación de sonidos consonantes y palabras complejas. 
No hay ningún ministro religioso que quiera admitir la posibilidad de que no hay tal lugar en el universo llamado infierno, o admitir que el Dios de Abraham y Moisés era un ser malhumorado, completamente en oposición al Dios sobre el cual predicó Jesucristo y a quien llamó su Padre y nuestro Padre.
No hay físico o filósofo que quiera clarificar o referirse siquiera a la posibilidad de que lo que consideramos la realidad, la continuación del espacio-tiempo, pueda ser de hecho un sueño, una ilusión creada no por una fuerza externa o por una deidad, sino sostenida en conciencia"el observador en la mecánica cuántica" por nosotros mismos, por el propósito de explorarnos y hacer conocido lo desconocido.

(3) Michael A. Cremo, Forbidden Archeology's impact (L.A. Bhaktivedanta Book publishing, Inc. 1998).

(4) La Épica de Gilgamesh, La Enuma Elish, y otros textos y archivos de Sumeria, Babilonia y Egipto.

(5) La destrucción de Sodoma y Gomorra, la creación del Mar Muerto, Baalbek, y muchos otros lugares en la antigüedad.

(6) William A. Haviland, Cultural Antropology 9* ed. (N.Y. Harcourt Brace & Co. 1999).

EL MISTERIO DE LA DIVINA TRASCENDENCIA Y EL YO
Los teólogos han señalado que la esencia de Dios, el lugar máximo donde residen la totalidad de el ser, la divinidad y la trascendencia misma, no puede, por su naturaleza, ser nombrado, definido o comprendido bajo conceptos humanos, pues entonces sería menos que Dios y se convertiría en meramente humano.

Esta visión crea un problema, puesto que debilita y limita el poder de la mente humana de poseer conocimiento. El modo en el que los teólogos piensan tradicionalmente sobre el concepto de Dios lo divorcia y separa tanto del concepto de la persona que cualquier posibilidad de unidad real es excluida. 
Es interesante que una de las formas poéticas tradicionalmente usadas para expresar esta absoluta trascendencia de lo divino sobre la naturaleza humana provea, de hecho, una penetración nada obvia en la naturaleza divina de la persona. 
Se dice que lo divino, lo sagrado, es un «mysterium tremendum et fascinas», un misterio impresionante, grandioso y encantador. 
Si trasladamos esta declaración al movimiento de evolución, el desarrollo de la vida, la expresión y expansión de la conciencia, y la mente humana, entonces tiene sentido que el misterio de la conciencia sea innombrable e indefinible, porque ésta está en movimiento; está evolucionando. 
No es estática y finita, sino dinámica y siempre convirtiéndose en nuevas formas de auto-expresión y auto-exploración. 
Esto no quiere decir que no podamos decir nada sobre la naturaleza de la conciencia; más bien declara que la característica fundamental de la conciencia y la existencia es su majestuoso y. arrebatador dinamismo sin demora "su creatividad, su adquisición de identidad", que ostenta los trazos de la divina realidad que ella es fundamentalmente.

LA IMPORTANCIA DE RECORDAR LA VERDAD DE LA SABIDURÍA ANTIGUA

Ramtha enfatiza, en el capítulo introductor, que la única manera de llegar a fortalecernos plenamente y superar esta difícil situación y esta flaqueza como seres humanos es conociendo la verdad de nuestros orígenes y nuestra historia. Cuando conocemos la verdad, nuestros miedos y nuestros nigromantes no nos pueden sujetar o amarrar a una ciega servidumbre. Nuestros orígenes pertenecen a todas las eras y no a un acto singular de manipulación genética en un pasado reciente, ni a un big-bang cósmico sin una causa inteligente aparente.

Ramtha se presenta a sí mismo como un ser atemporal, emergiendo de la tumba de la antigüedad, el olvido y la información errónea, para crear un nuevo paradigma y para que así la gente pueda celebrar no sólo su herencia, sino también su historia espiritual, su grandiosa evolución. 

Tal como Ramtha vivió en medio de una epopeya de cataclismos que jugaron un papel importante en su iluminación, la humanidad está progresando hacia una era de cambios cósmicos, de catástrofes en la naturaleza y en la sociedad. 
Los cambios profetizados de la Tierra no son ni la retribución por los pecados de la humanidad de una fuerza externa o deidad, ni el final de los tiempos o del mundo. 
Estos cambios son parte del movimiento y la evolución de la creación. Son una oportunidad de incorporar la sabiduría adquirida en el pasado para construir una nueva sociedad que esté más sintonizada con la Madre Naturaleza y nuestra naturaleza divina trascendental.(9) Profecías de los Mayas en Centro América, los Indios Hopi en Norteamérica, la segunda venida de Cristo en Occidente, y otros.
El resurgimiento de la conciencia espiritual en los tiempos de Ramtha provocó el nacimiento del concepto de las Antiguas Escuelas de Sabiduría. 
Éste es un elemento que ha jugado un papel decisivo en la evolución de la humanidad, y en el cual se enfoca Ramtha a lo largo de su reflexión sobre nuestra historia. 
El conocimiento de nuestro verdadero origen a través del movimiento de auto-contemplación del Vacío, y nuestra naturaleza como dioses creando la realidad, es lo que continuamente se pierde a través de la historia, la cual ha impedido la evolución natural de la raza humana hacia una toma de conciencia en sí misma.

La guerra de Ramtha contra la arrogancia y la tiranía de los Atlantes fue una rebelión contra la difícil situación en la cual se hallaba inmersa la humanidad. El cuerpo físico o el intelecto se convirtieron en la identidad de la persona en vez de en el vehículo para la exploración del mundo material. 

El descenso de los dioses hasta la materia física les había hecho olvidar su verdadero origen y naturaleza hasta tal punto que la vida ya no era considerada sagrada, y la tecnología y el intelecto humano eran adorados como una deidad. 
El Dios Desconocido de los antepasados de Ramtha quedó como una figura inaccesible, muda y distante en la vida de la gente, así como lo es en muchas religiones hoy en día. 
El odio de Ramtha hacia el Dios Desconocido lo guió a través de la larga jornada de su vida a entender a este Dios de una manera nueva y diferente. Aprendió que Dios no estaba realmente separado de él, sino que era el aliento de la vida, el latido de su tambor interior, la plataforma de todo pensamiento y existencia.
Ramtha trató de enseñar estas realizaciones y discernimientos a su gente, sentando las bases de las Antiguas Escuelas de Sabiduría. 

No era una enseñanza de leyes y prohibiciones, sino una realización, una apertura a conocer y entender la simplicidad e interconexión de la vida. Tras su ascensión, continuó trayendo este conocimiento a la humanidad a través de varias escuelas, movimientos, poetas, filósofos y científicos, que lo registraron en sus obras y en su arte. Ramtha resume su acercamiento poniendo énfasis en la importancia de redefinir nuestro concepto del yo, y concluye diciendo que la iluminación es la gloria de saber quién y qué eres.

«Pero ves, el gozo es una liberación, y también es sabiduría; y es lo que obtenemos cuando nos amamos a nosotros mismos lo suficiente como para abordar nuestras dificultades. 

Esperar que alguien lo haga por nosotros no tiene sentido. 
Yo, como vuestro profesor, no os haré felices. 
Yo estoy aquí para deciros lo que sois "y a vosotros os toca escoger a partir de ahí", para daros un excelente conocimiento que podáis empezar a integrar, y para daros esperanza y seguir recordándoos que aquí estoy hablando con dioses. 
Estoy hablando con inmortales que son tan podersos que ellos mismos pueden creer hasta en la muerte eterna. Así de poderosos sois. Estoy hablando con dioses».
(10) Ramtha: Nacimiento, Muerte y Reencarnación (Editorial Sin Límites, 2003).


REFLEXIONES DE UN MAESTRO SOBRE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD EN CUATRO PARTES

Los Orígenes de la Civilización Humana, primer volumen de Reflexiones de un Maestro sobre la Historia de la Humanidad, cuenta la historia de la creación del universo físico, los orígenes de la humanidad y cómo ésta evolucionó hasta el primer hombre y la primera mujer. Tras la creación del sistema solar, con todos sus planetas, los dioses descienden a Terra "la esmeralda de nuestro universo" para experimentar con sus primeras creaciones de plantas y animales, y finalmente encarnar en los primeros homínidos, siguiendo así el curso de su evolución en este plano.

Evolución de la Raza Humana: Divinidad Perdida y Manipulación Genética es el segundo volumen de la serie Reflexiones de un Maestro sobre la Historia de la Humanidad. En él se describe cómo la raza humana fue genéticamente manipulada por una raza de seres más avanzados, los dioses de la mitología Sumeria, quienes llegaron a la Tierra hace 455.000 años. 

Este evento marcará un hito en la historia de la humanidad: la aparición del hombre moderno o Cro-Magnon. 
Posteriormente se perdería la antigua sabiduría de nuestros verdaderos orígenes en favor de la superstición y la ignorancia, pero las Antiguas Escuelas fueron las encargadas de preservar el conocimiento sagrado para una generación futura, que sería equipada para descifrarlo y abrazarlo.

Redescubrimiento de las Perlas de la Antigua Sabiduría, tercer volumen de la serie Reflexiones de un Maestro sobre la historia de la Humanidad, continúa la historia de la saga de la humanidad, comenzando por la caída de Atlantia, la guerra de Ramtha y la destrucción de los antiguos reinados, la esclavitud de las mujeres y el surgimiento de la superstición religiosa. Describe una civilización oculta en el corazón de la tierra y explica el simbolismo sagrado de las pirámides de Egipto, monumentos construidos como recuerdos de nuestra divinidad olvidada. Un giro fundamental en la historia de la humanidad fue la venida de Jehová en Oriente Medio y la creación del pueblo de Israel. Mucha de la corrupción y la censura de la antigua sabiduría, como la interpretación de las enseñanzas de Yeshua ben José y otras religiones del Oriente Medio, sucedió en este periodo.

La Iluminación en Tiempos Modernos, cuarto volumen y epílogo de esta fascinante colección, nos expone los desafíos que la física cuántica moderna presenta a la ciencia y a la religión. Tras los eventos históricos descritos en los anteriores volúmenes, el eslabón de cada individuo con su propio santuario interno fue cortado completamente y perdido. Ramtha describe el concepto del surgimiento de la Cristo-conciencia en cada individuo como iluminación en el contexto de la sociedad moderna. Este volumen llega a su conclusión con la presentación del próximo estado en la evolución de la humanidad y la visión del amanecer de una nueva iluminación.
Los orígenes de la civilización humana - Ramtha
 

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